Yo escribo. O suelo escribir. A veces escribo mas seguido otras no. Me gusta, aunque en el fondo me da fiaca, pienso muchisimo mas rapido de lo que escribo. Pero en gral, me gusta. Este cuento fue lo primero que escribi en mucho tiempo y por eso le tengo cariño.
Manos
La remera azul colgaba de la silla. En la mesa había dos platos sucios y una botella de vino vacía. La luz de la única vela prendida, iluminaba a penas la habitación. La música sonaba suave de fondo. La cama estaba a un costado, en la parte mas oscura del cuarto. En realidad, era solo un gran colchón tirado en el piso. Alrededor, solo había unos cuantos almohadones desparramados.
Podía oírse, bajo pero continuo, el frotar de las sabanas y de los cuerpos debajo de ella. Una mano acariciaba una espalda transpirada. Las respiraciones fueron haciéndose mas intensas, la mano apretaba con fuerza la espalda toda transpirada. Un gemido resonó justo al terminar la ultima canción del CD.
La mano acariciaba una cara, una sonrisa y otra sonrisa se enfrentaban. “No quisiera que te fueras”, dijo ella mientras su mano tocaba los labios de él. Las miradas se cruzaron un instante.
Él se levantó. En la mesa encontró el paquete de cigarrillos, agarró uno y lo prendió. Ya no había música. El humo del cigarrillo se mezclaba con la luz de la vela. “Vamos que te llevo por un helado” dijo mientras agarraba la remera azul.
Ahora las palomas son solo una excusa...
Bienvenidos a mi blog! todo comenzó con una paloma ( o varias) y se me ocurrio crear un blog donde pueda escribir libremente todas las incoherencias que pienso. Y aqui estoy haciendo mas que pienso, luego existo.
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2 comentarios:
Ah merde que te pusiste hot y literaria a la vez!
Lindo el pucho "después", pero más lindo el helado cuando la boca está seca...
Me gustan tus cuentitos hermana.
Besos!
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